Nos extrañé.
—¡Deberías verlo, alfa! —Jimin, que estaba sentado en una silla a su lado, palmeó su antebrazo y Jungkook sonrió enormemente al verlo tan emocionado—. ¡Es un bebé tan lindo! ¡Tan pequeñito! El hijo del señor Joon dice que se parece mucho a su esposa —el alfa no podía dejar de sonreír; esa mañana despertó con un ligero viento pegando contra la piel de su cuello, generando un cosquilleo gratificante en todo su ser; Jimin estaba liberando pequeños ronquidos, permaneció dormido y con el rostro tan sereno por un largo rato. El alfa se sintió aliviado al verlo ahí a su lado como algo tangible, como una realidad hacia a su lobo sentirse muy contento. Fue el sueño más reparador que han tenido en mucho tiempo, Jungkook sintió que cada mínima parte de su energía fue restaurada, bastaba tener el pequeño cuerpo de su omega acurrucándose a su alrededor para sentirse contento y feliz.
Su lobo durmió a pesar de haberlo hecho demasiado ya, pero esta vez fue placentero, muy placentero a decir verdad. Extrañó tanto a su omega, era literalmente doloroso estar lejos de él, sentía cada una de las emociones de su chico pero la tristeza de la separación calaba en sus huesos profundamente. El tiempo que estuvo en coma se sintió demasiado rápido, sabe que no lo fue, pero su mayor tormento era antes, cuando podía pensar en lo mucho que extrañaba a su chico, ahora se sentía tranquilo al tirarse en el espacio de su interior porque el lindo lobito omega se acomodaba a su costado, olfateando la tierra húmeda directamente de la fuente.
—Cuando salga de aquí deberíamos ir a verlo —propone y el omega irradió felicidad.
—¿Lo dices enserio? —cuestionó como si Jungkook pudiera mentirle alguna vez, el rizado asintió—. ¡Genial! Iremos cuando estés mucho mejor —el castaño se puso de pie y se tiró de inmediato sobre el costado de la camilla, quedando pegado al cuerpo del mayor—. Eres el mejor alfa del mundo —Jimin se abrazó a Jungkook con mucha fuerza y el alfa se dejó gustoso, alegrándose de que su chico se veía mucho más animado que el día anterior, sin duda alguna ese tiempo de descanso les sirvió a ambos, demasiado.
—Y tú eres el mejor ser humano del universo —se giró para quedar de costado y rodear al menor con un brazo, el ojiazul de inmediato se escondió en el hueco de su cuello para olfatearlo un poco y restregarse, impregnándose del aroma a petricor y tabaco—, tan bonito —Jungkook sonrió automáticamente al verlo salir del sitio; estaba colorado en las mejillas, formando dos bonitos círculos rojos en sus pómulos, sus ojos brillaban más de lo habitual y su sonrisa era sencillamente mágica—. Te extrañé tanto, angelito.
—Yo mucho más, lobito —el chico picoteó los labios de su alfa—, extrañaba mucho tu aroma —Jimin volvió a olfatear su cuello, pegando la punta de su nariz en la piel del mayor que se retorció por las cosquillas que el toque provocó—. Abrázame fuerte, muy fuerte, más fuerte que nunca, por favor abrázame siempre, alfa —Jimin refregó su mejilla contra la piel del ojiverde impregnándose de sus aromas combinados—, abrázame muy fuerte porque aún no me convenzo de que realmente despertaste.
Jeon estrechó sus dos brazos contra la cintura del menor, apretándolo contra su pecho con amor, Jimin soltó un gruñido porque el apretón le sacó un poco de aire —¿Te lastimé? —el alfa lo separó del abrazo al escuchar su quejido, sin embargo, a Jimin no le importó en realidad, el sentimiento de tener a Jungkook rodeándolo otra vez era más que gratificante, no había nada que pudiera hacerlo más feliz, su alfa había vuelto al fin y estaba abrazándolo, marcándolo con su aroma, no iba a darle importancia a un apretón insignificante , mucho menos cuando él deseaba con cada parte de su alma que Jungkook, su Jungkook volviera a abrazarlo de tal manera.
—De ninguna manera, Kook —sonrió arrugando sus ojitos y volvió a su lugar entre los brazos de su chico—, libera tu aroma, por favor —pide y de inmediato el aroma del tabaco aumenta en intensidad, sonrió más al sentirse totalmente mimado, sabe que no hay petición suya que Jungkook no cumpla—. ¿Te parecería muy caprichoso si te pido que me digas cosas lindas otra vez?
—Por supuesto que es caprichoso, pero soy tu alfa... Es mi deber y gusto cumplir cada uno de tus caprichos, bonito —el rizado habló con tono divertido, acariciando la espalda del omega que soltó una risilla por lo dicho—. ¿Sabes lo mucho que quería hablarte así de cerca? —Jimin puso su rostro a la par del ojiverde para que sus ojos pudieran mirarse fijamente—. Creo que no tienes ni idea —negó con una sonrisa y usó su dedo índice para peinar el cabello que caía sobre la frente del más chico—, quería poder besarte cuando se me diera la gana, quería mirar el brillo de esos ojitos sin una pantalla —besó la mejilla de Park—, a veces me siento tonto por pensar y decir tantas cosas cursis pero no me inspiras otra cosa que no sean miel y arcoíris —Jimin soltó una carcajada demasiado fuerte para su propio gusto—, no sé qué hiciste conmigo, ángel, pero te lo agradezco, sin ti no estaría en el lugar donde estoy, no estaría tan feliz, no habría despertado... ninguna de las dos veces y te amo tanto por ser lo más importante de mi vida, por ser la fuerza que necesito y por hacer que mi mirada se mantenga fija hacia el frente, hacia el futuro.
—Gracias —Jimin ahora se encontraba llorando.
—No llores, cachorrito, ya pasamos por eso, ahora debemos estar bien y felices... —limpió las lágrimas del chiquillo pasando su lengua una y otra vez por sus desinfladas mejillas; su lobo aún gruñe por lo afilado de sus pómulos, porque su omega no había estado nutriéndose adecuadamente—, por favor, no llores.
—No puedo evitar estar sentimental, solo sale y no sé porqué —sorbió su nariz e inclinó el rostro para que la mano de Jungkook ahuecara su mejilla—, quiero estar feliz pero luego mi omega llora y... —el alfa lo cortó, dejando un besito casto en sus labios y atrayéndolo de nuevo a un abrazo, nunca serían suficientes abrazos.
Jimin suele ser muy sensible, mucho más cuando se tratan de las personas que él ama, Jungkook lo sabe y también es consciente de que el omega no expresa esos sentimientos cuando está en público, es algo más del tipo privado y le agrada que su chico confíe tanto en él para dejar que sus emociones fluyan, nunca lo reprimirá, sin embargo ahora está mucho más voluble. Podría tomarse como un síntoma normal dado que su lobito experimentó muchas emociones y desajustes a lo largo de esos meses, pero ahora algo es distinto, su lobo lo sabe y al recordar la fecha todo cuadra.
—¡Oh, Dios! —los ojos verdes se abrieron al máximo—. ¡Tu celo!
—¿Qué? —pareció pensárselo un poco—. ¡Lo olvidé! —lloró más fuerte y Jungkook negó con una sonrisa, besando sus mejillas húmedas una y otra vez—. ¡No puedo creer que estoy en celo y lo olvidé!
—No lo estás, mi niño —hizo que el otro lo mirara—, aún faltan algunos días, solo estás sensible —Jimin sorbió su nariz mientras pensaba lo que el alfa dijo—. Ayer fue 26 de marzo, tú lo dijiste, amor —los orbes azules se iluminaron ante esa información.
—Lo olvidé —volvió a llorar y Jungkook no pudo hacer otra cosa más que reír.
—Está bien, yo también olvide qué día era —le resta importancia—, ahora que sabemos qué sucede podemos hacer que estés feliz de nuevo, cachorrito, cálmate.
—No, porque eso es malo —niega—, si mi celo es en una semana entonces no podrás ayudarme y estarás mal y yo también... ¡Es peligroso para ti! —bueno, Jungkook no pensó en ese pequeño detalle; él está internado en un hospital y las probabilidades de que salga en unos días son muy pocas, ni siquiera le han dicho cuándo saldrá del área de cuidados intensivos.
—Lo solucionaré, ya no llores, amor —de nuevo acarició la espalda del castaño. El celo de su omega está muy cerca, en unos días no hará más que pedir mimos y besos, su aroma cambiará y atraerá a los alfas cercanos. Si se pone a analizar su situación, es muy complicada. Jungkook no quiere que Jimin sufra pero no puede ayudarle si está en un hospital, tiene que estar en casa para antes de una semana y aunque no cree que suceda, tiene que hablar con el doctor Moon al respecto y hacer que suceda, todo por Jimin—. Sé que he dicho muchas veces que no dejaré que sufras y no termina de la manera más adecuada pero esta vez es verdad, lo juro, amor.
—Te creo, ricitos... lo solucionaremos.
✧✦✧
—Por supuesto, te daremos de alta en unos cuatro o cinco días —dijo el doctor Moon y Jungkook abrió los ojos impactado, de verdad no esperaba que se solucionara todo con tanta facilidad. Jimin había salido para tomar su turno gracias a que Jungkook prácticamente le rogó; si por el omega fuera, permanecería pegado al costado del alfa, olfateando y gozando de su calidez que tanto echó de menos. Habían pasado la mañana entera dándose los besos que no pudieron durante esos meses separados y el ojiazul siguió hablando de sus días sin Jungkook para mantenerlo al tanto hasta que fue tiempo de partir a sus labores.
—¿De verdad? —el médico asintió a su pregunta y se dedicó a observar su tabla con papeles—. No creí que sería tan sencillo —es claro que no pensó que las cosas serían simples, estuvo en coma por un mes, por segunda vez en realidad, y aún desconocen qué fue lo que lo llevó a la recaída aunque para todos es más que obvio que la separación prolongada. Jungkook supuso que los médicos opondrían más resistencia a su alta o que le ofrecerían soluciones alternativas para ayudar a su omega, aunque en el fondo agradece mucho que no lo hicieran ya que sabe que seguramente le darían supresores que no le hacen bien a su precioso ángel.
—Porque en realidad no lo es, estás delicado de salud pero no estoy dispuesto a correr el riesgo —Jungkook frunció el ceño por la duda—. Creemos que tu coma se debió a la tristeza de tu alfa, no estoy dispuesto a que tu lobo se moleste al no estar con su omega, no sabemos que ocurriría, además aparentemente ahora no tienes ningún síntoma que demuestre gravedad, lo mejor será que vayas a casa con Jimin y regreses en unos días para mantenerte en observación.
—Wow... —los ojos de Jungkook estaban más que alucinados por la facilidad con la que salió librado.
—¿No querías irte aún? —el endocrinólogo bromea un poco, pintando una sonrisa en sus belfos.
—No... Digo sí, me refiero a que no pensé que aceptaría tan fácilmente, aún falta Taehyung pero supongo que dirá lo mismo que usted.
—Estás en lo correcto —asintió—, y ya te lo dije, no podemos arriesgarnos a las consecuencias, tal vez tu lobo se deprima o no sé... es más probable que resulte mal si no ayudas a Jimin.
—Voy a salir muy pronto —Jungkook acrecentó su sonrisa—, volveré a casa —y con eso último se refería a volver al lugar, volver a esas cuatro paredes que no ha habitado adecuadamente pero que se sienten cálidas aún así porque Jimin estará con él, conformando su hogar... Su dulce hogar.
✧✦✧
Jungkook ha sido sometido a la cantidad más ridícula de estudios sobre la faz de la tierra. Entre estudios de sangre y de imagen, el alfa cree que no quiere saber nada más de agujas, máquinas y hospitales por lo que le reste de vida. Han sido días agotadores pero tan magníficamente agradables; Jimin ha estado a su lado cada noche, abrazándolo, portándose tan sensible y mimoso que Jungkook cree que va a derretirse ahí mismo por él, incluso cuando se molesta.
El omega sin duda detesta las mañanas porque es cuando Jungkook lo obliga a irse al colegio, detesta un poco las tardes porque entonces no puede estar todo el día tirado en los brazos del amor de su vida, detesta tener que separarse del alfa cada día... Pero por suerte para el pequeño chico castaño, Jungkook sale ese día del nosocomio.
—Estoy tan feliz —Jimin sonreía de oreja a oreja con ojos relucientes y manos juguetonas entre si mientras Jungkook abotonaba su propia camisa para por fin salir de nuevo al aire libre—. Tiza va a estar igual de contenta cuando te vea —se acercó al rizado para abrazarlo con fuerza por la cintura—, está enorme, Kook, no vas a reconocerla.
—Vas a sacarme el aire de los pulmones, cachorrito —Jungkook se burló del pequeño que no flaqueó ni un poco sus fuerzas, así que lo estrechó de vuelta con un poco menos de fuerza para no lastimarlo. Se ha sentido mejor que nunca, su cuerpo a veces pesa y se siente adormecido pero eso es generalmente en las noches cuando está rodeado de la vainilla y el café que Jimin emana, sobre todo ahora que se encuentra demasiado cerca del celo; el doctor Moon y Taehyung le explicaron que es normal tener síntomas así cuando se ha estado dos veces prolongadas en coma, por ello no se preocupa demasiado, además su bonito enfermero personal siempre está ahí para cuidarlo y curarlo con besos y su linda presencia.
Sinceramente no cree que pueda sentirse mal cuando Jimin y sus preciosos brazos estar rodeándolo, no puede sentirse mal teniendo al omega más hermoso del planeta diciéndole que lo ama cada cinco minutos, no puede enfermarse de alguna forma cuando Jimin, su bonito y tierno omega, está cubierto con su aroma haciendo que su lobo se enorgullezca y regocije por ello... Jimin es simplemente su cura para todo mal.
—¡Vas a ir a casa, lobito! —saltó, verdaderamente emocionado con sus propias palabras—. Llegando vas a estar en el nido a cada minuto y voy a tumbarme contigo todo el rato, me vas a hacer mimitos y vas a abrazarme siempre —el ojiverde sonrió por el elaborado plan de su chico.
—Podría quedarme abrazado a ti por el resto de mi vida, mi amor —su mano comenzó a trazar la columna vertebral del castaño que rió porque el tacto le causó un cosquilleo.
—¡Muy buenos días tortolitos! —Yoongi interrumpió el momento, ingresando en la habitación pero Jungkook y Jimin ni siquiera se inmutaron, continuaron abrazados; el menor de los dos tenía su rostro oculto en la fuente de aroma del mayor—. Hoseok me dijo que teníamos que venir a despedirnos como si no fuésemos a vernos nunca más —el rubio rodó los ojos y se tiró en el sillón de la habitación de Jungkook, si, lo habían transferido a una normal al día siguiente de su charla con el endocrinólogo.
—Yoongi, levántate, los chicos ya se van —Taehyung entró seguido de su alfa, el azabache ojeaba los papeles que tenía en sus manos—. Mira, estas son las recetas que deben surtir en la farmacia —le entregó dos hojas al omega—, y esta es una lista de las indicaciones que debe seguir, ahí están apuntadas las citas que tendrá con el doctor Moon y conmigo, es importante que regrese en cuanto tu celo termine para poder observar que no haya ningún problema.
—¿Me quedaré por mucho tiempo? —Jungkook se puso nervioso de pronto, no quiere regresar al hospital y ser sometido a todas esas pruebas otra vez, no quiere otra intravenosa en su brazo, no quiere que Jimin vuelva a dormir a su lado cada noche en una escueta camilla de hospital.
—No lo sé, el coma no es algo que deba tomarse a la ligera, pero Moon y yo consideramos que te encuentras estable, tal vez solo te dejemos una noche para asegurarnos de que no desmejore tu estado después de... —el alfa pelinegro se sonrojó y guardó silencio—, tanto esfuerzo —Yoongi soltó una estruendosa carcajada que hizo que Jungkook y Jimin también se sonrojaran.
—¡Sexo, Taehyung! —el beta alzó las cejas hacia el ojimiel mencionado—. ¡Tendrán sexo!
—Yoongi... —Hoseok lo regañó en ese tono paternal que ha adoptado desde que supo que será un padre, en realidad siempre ha empleado ese mismo tono con el beta pero últimamente es mucho más usual.
—Todos sabemos que ustedes tuvieron sexo. ¡No tiene razones para sonrojarse! —se rió y se puso de pie para sujetar el estómago del embarazado—. Mi ahijado es fruto de ese am... ¡Auch! —se sobó la mano pues Taehyung le había dado una palmada.
—No voy a admitir el hecho de que Jimin tiene sexo —el pelinegro bufó—, eso es inconcebible.
—Ni siquiera deberíamos hablar de eso en primer lugar —Jungkook negó con el rostro neutral mientras Jimin soltaba una risilla y leía los papeles que Kim le entregó para pasar desapercibido en la inusual conversación, obviamente sin soltarse de la mano de su alfa.
—Exclamó el casto... —el beta apretó los labios para contener la carcajada que la cara enfadada de Jungkook le causó.
—¿Cómo está mi chofer, Min? —el rizado alzó una ceja burlonamente—. ¿Y cómo está tu espalda? Ayer te vi caminando extraño —fue el turno del matrimonio Kim-Jung de reír.
—Buena jugada, Jeon —Yoongi asintió lentamente.
—¡Es cierto! —Jimin casi gritó—. ¡Me ocultaste su noviazgo!
—¡Supéralo, Park! —Yoongi trató de restarle importancia pero en realidad no le importaba demasiado lidiar con el enojo de su amigo, después de todo se tardó demasiado en llegar, no le importa aguantar algunos reclamos siempre y cuando Jimin no vuelva a apagarse de la forma en que lo hizo cuando Jungkook no estaba.
—Tú y Zico van a tener que darme muchas explicaciones —el castaño se cruzó de brazos en el pecho y Jungkook lo rodeó por la cintura, necesitando el contacto a cada momento.
—¿Yo qué? —ahora fue el chofer quien ingresó a la habitación.
—Hay demasiada gente aquí ahora mismo —Jungkook se sintió un tanto abrumado por la presencia de sus amigos, no es que le incomoden o le molesten, ya pasamos por esa etapa, pero a su lobo sigue pareciéndole molesto que otras personas puedan olfatear a Jimin, mucho más ahora que su aroma es tan intenso y atrayente; sabe que son sus amigos y no representan amenaza para él o su omega pero aún así prefiere irse a casa y encerrarse para pasar los días enteros solo con su precioso chico... Todo un alfa puro posesivo y territorial.
—El perro está molestándose ahora mismo —Zico se burló y rodeó los hombros de su jefe que le gruñó a modo de broma—. Tranquilo firulais, nos iremos pronto —el alfa puro le dio un puñetazo suave en el vientre causando que se doblara por la sorpresa.
—¿Qué sucede cariño? —Taehyung se acercó a Jimin para rodearlo en un abrazo haciendo que Jungkook centrara su total atención en ellos; el omega estaba llorando, pero su alfa no sentía nada más que alegría.
—¡Extrañé mucho a Kook! —Park se abrazó a su amigo pelinegro—. Los extrañe a todos porque no era lo mismo, todos... —hipó un poco—, extrañé las bromas y las risas y... estoy sensible y lloroso —Taehyung sonrió y se movió de un lado a otro arrullándolo.
—No sigas diciendo eso porque yo también estoy sensible y lloroso, Minnie —bromeó—. Todos extrañamos esto, todos extrañamos a Kook —sus ojos fueron cálidos hacia los verdes de Jeon—, y estamos tan felices de que esté de vuelta para que podamos joderle la vida.
—Están demasiado maricas —Yoongi tenía lágrimas en sus mejillas y habló con sarcasmo evidente—, Jungkook ni siquiera es tan importante —sus palabras eran graciosas pero sus brazos rodearon al alfa puro con amor.
—Si, demasiadas hormonas por aquí —Hoseok asintió y rodeó a Jungkook por encima de los brazos del traumatólogo.
—¡A la mierda todo, nos extrañé demasiado! —Zico tiró de Taehyung y se abrazó al cuello de Jeon para formar un abrazo grupal enredado y apretado; Jimin se soltó a llorar con más fuerza y Jungkook rió por un momento antes de buscarlo entre la maraña de extremidades y juntarlo a su pecho... Definitivamente extrañó demasiado a su familia y amigos, está muy feliz de estar de regreso en cada sentido posible.
✧✦✧
—¡Alfa, no! —protesta el omega cuando Jungkook trató de separarlo de su cuerpo para recostarlo en la cama—. No quiero —después del meloso momento grupal, Zico los llevó a su casa, el alfa estaba feliz de estar de regreso, lo primero que vio fue que las flores y plantas que rodeaban la propiedad estaban un poco tristes pero sabe que no había tiempo de cuidarlas adecuadamente, su madre hizo lo mejor que pudo para cuidarlas mientras Jimin no estaba en casa por estar pegado al hospital todos los días.
Después, al abrir la puerta fue recibido por una cachorra ya no tan pequeña que se paró en dos patas, recargando las delanteras en los muslos del rizado. Tiza estuvo tan feliz de volver a verlo que no dejó de ladrar por un largo rato, movía su colita emocionada y corría de un lado para otro antes de tirarse al lado de Jungkook y no moverse para nada de su lado, ni siquiera para esconderse como suele hacerlo, la peluda se quedó al lado de su dueño porque los animales también extrañan y comprenden cada situación a su alrededor, ella también extrañó a Jungkook.
Los dos días pasaron con ambos siendo tan estúpidamente empalagosos como podían, Jimin pidiéndole palabras lindas y abrazos cada que podía y Jungkook, por supuesto, cumpliendo cada una de sus peticiones. No puede evitar querer recompensar todas las tristezas y melancolías con besos y caricias tiernas, no puede evitar que su lobo se sienta tan apegado a su precioso chico, sabe que estaría apegado a él cualquiera lo estaría después de todo lo que han tenido que vivir, por eso no culpa a Jimin por aferrarse de tal manera a su torso, su omega está en celo y acaba de pasar una gran tristeza, él tampoco quiere alejarse de su chico por nada en el mundo pero necesita hacerlo para cuidarlo de manera adecuada.
—Amor pero te comenzará a doler, no te tocaré si no lo quieres pero debes aliviar tu dolor —el celo del ojiazul comenzó hace algún rato pero no ha querido alejarse para nada de la fuente de aroma de Jungkook, tiene las piernas rodeando sus caderas y sus brazos aferrándose a su cuello con fuerza, impidiéndole ayudarlo de ninguna manera.
—No, yo quiero olerte —rodeó el torso del alfa con las piernas, demasiado fuerte, demasiado aferrado—, duele mucho pero no quiero separarme de ti, quiero saber que estás aquí.
—Amor, mi aroma está en ti —insiste—, creo que hueles más a mí que a ti mismo y eso que estás en celo —su lobo rasgaba su pecho porque Jimin estaba sufriendo, su celo pasado se sintió diferente porque ambos estaban perdidos en sus instintos, pero ahora Jungkook es consciente de todo lo que sucede y le cuesta mucho trabajo controlarse para no quitarse a Jimin de encima y tomarlo una y otra vez, le cuesta trabajo pero no tanto como antes, su lobo está mucho más calmado que al inicio, está demasiado orgulloso de sí mismo por ello.
—Lo sé pero no quiero —comenzó a sollozar bajito—, no me dejes otra vez, alfa, por favor.
—No me iré, cachorrito —promete—, estaré aquí a tu lado, te ayudaré si así lo quieres pero necesito recostarte solo un momento —el llanto aumentó, los preciosos ojos azules estaban opacados por las lágrimas, la sensibilidad estaba a tope—. Toma una de mis camisas también, te gusta usarlas y tiene mi aroma, ¿quieres eso? —el menor negó a la prenda impregnada de tabaco y tierra mojada—. Amor, por favor, necesito cuidar de ti, ir por agua o comida.
—No necesito nada, solo que me abraces —lloriqueó con más fuerza cuando Jungkook lo colocó sobre la cama a la fuerza.
—Vamos, póntela y así vemos si puedo ir a buscar el agua, ¿eh? —insiste subiendo la prenda por los hombros aperlados llenos de pequitas preciosas—. Te ves tan hermoso, con mi ropa en tu cuerpo, demostrando que tienes un alfa —trató de distraerlo un poco pero en cuanto la camisa estuvo abotonada, Jimin volvió a abrazarse a su torso.
—No me dejes, por favor —sollozó lastimero cuando Jungkook lo deja de nuevo sobre sus rodillas en la cama.
—Cachorrito... ¿recuerdas lo que dije antes del viaje? —cuestiona inclinándose sobre el omega dejando besos en sus labios entre cada palabra—. ¿Recuerdas que dije que cuando volviera iba a tomarte de nuevo hasta que mis manos quedaran marcadas en ti? —deslizó sus labios hacia la mandíbula afilada del menor que boqueó por más besos—. Quiero hacerlo, amor, quiero ayudarte a que deje de doler pero tengo que alistar las cosas.
—Pero no quiero que me dejes —sus manitos se aferraron a la ropa del mayor, disfrutando de los besos sobre su cuello que Jungkook había comenzado a dejar—, por favor.
—Solo iré abajo, bebé —su lengua trazó una rápida franja de saliva por el cuello del omega, deslizándose sobre la marca que no ha sido reabierta en mucho, mucho tiempo—, y cuando regrese voy a ayudarte y cuidarte todo el tiempo, ¿quieres eso? —el chico asintió dócilmente, acallando sus sollozos y perdiéndose en la sensación que la atención al enlace le provocó—. Mi buen omega, vas a portarte bien aquí solito y vendré enseguida, lo prometo —al alejarse tuvo que ignorar los ojitos aguados del amor de su vida al igual que el lindo puchero triste de sus labios y mucho más le costó ignorar la tristeza de su pecho que amenazaba con romperle el corazón, no le gusta que su omega esté tan instintivo, todo le duele sobremanera y no le agrada, pero es cosa de la naturaleza, debe aceptarlo.
✧✦✧
El celo de Jimin terminó y ambos estaban demasiado cansados para que Jungkook se fuera a la revisión del hospital, además eran las 9 de la noche y el alfa se sentía estupendamente bien después de esos para nada tortuosos días al lado de su omega, podían esperar un poco más en la comodidad de su hogar, así que decidieron ver alguna película y comer chucherías mientras tanto... o bueno, Jimin comería chucherías porque Jungkook había regresado a su dieta favorita: licuados y batidos. El ojiazul estaba más que lúcido ahora y todo estaba yendo de maravilla, aunque ninguno de los dos quería separarse demasiado del otro aún.
—No vamos a regresar con ese omega, romperé el lazo y no me importa lo que suceda —en la televisión un alfa testarudo había decidido romper la unión, separándose de su pareja definitivamente, hubo una escena metafórica donde un espejo se rompió, demostrado el sentimiento de catástrofe y desesperación que experimentó el lobo alfa, Jungkook lo sintió familiar... Ese vacío, esa tristeza provocada por la escena le removió algo en su mente.
"—Cachorro, tienes que calmarte de una vez o van a hacer un escándalo —su padre lo miraba con reproche mientras ambos estaban sentados en una enorme sala de juntas; París. Solo ellos se encontraban sentados en el lugar pues los demás estaban fuera, preparando la reunión, demasiado asustados porque el alfa puro no dejaba de mostrarles los dientes en cuanto se acercaban. Su lobo estaba tan molesto, se sentía amenazado por todo y todos, Jungkook estaba volviendo a reprimirlo, no lo dejaba tomar el control como lo hacía en casa, con Jimin.
—Voy al baño un segundo —se excusó con la cara avergonzada ante su padre y dirigió sus pasos hacia la puerta que estaba al final del pasillo, tenía un letrero que indicaba su uso de tocador. Se sentía molesto sin razón alguna, sabe que la lejanía puede estar afectándolo porque ha pasado demasiado tiempo, pero está más afectado por su lobo descontrolado queriendo romper sus costillas para salir por sí mismo—. ¡Basta, basta, basta! —se regañó en voz alta, odia tener que lidiar con esos momentos, con su alfa tratando de liderar su cuerpo—. No vamos a regresar con Jimin, ¡ya basta, déjame en paz! —no había peleado con su parte animal desde hace tanto, más bien nunca lo hizo, solo lo adormecía, pero ahora no le quedaba de otra, le dolía el pecho y si no se calmaba pronto iba a terminar haciendo un lío, Jimin se preocupa, la junta se arruinaría—. Odio esto.
El lobo se vio obligado a agachar la cabeza y formar un círculo para echarse, hundiéndose en la más grande de las tristezas, tendría que aceptarlo, tal vez su parte racional había roto el lazo, tal vez había vuelto a odiarlo, por eso no estaba con Jimin desde hace tanto tiempo, por eso no le entregó el anillo a pesar de tenerlo desde hace tanto, es probable que no vuelva a verlo nunca más. Tendría que aceptar que volverá a lo de antes, no volverá a tomar el control nunca más, no sabe qué fue lo que hizo mal pero desearía cambiarlo; no puede imaginar una vida sin su hermoso omega."
Sus ojos se cristalizaron y ni siquiera lo notó. Él había causado la tristeza de su lobo, él había dicho algo que no debió decir, una malinterpretación y su lobo se derrumbó, causando tristeza y caos. Su lobo no confiaba en él, su lobo no creía que podía permanecer al lado de Jimin, su alfa no confiaba.
—¿Qué pasa? —el omega a su lado lo miraba con terror en los ojitos—. ¿Estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas que llame al médico? —se puso de pie para caminar hacia el mueble donde usualmente colocan sus cosas, Jungkook lo siguió de inmediato para pegar la espalda del pequeño contra su pecho.
—No, amor sólo... —Jungkook lo abrazó con más fuerza—, tuve un pesadilla, fue horrible, no fue una pesadilla más bien fue un recuerdo.
—P-Pero estás bien, ¿no? —murmuró con la voz nerviosa, girándose en el abrazo para esconder su rostro en el cuello del alfa—. No vas a dejarme, ¿verdad?
—No, cachorro... Nunca —lo separó del apretón para acunar su rostro y mirarlo, le dolía que ni siquiera Jimin estuviera seguro de su permanencia, evidentemente son situaciones distintas, su lobo no confía en que Jungkook quiera seguir siendo un alfa, el alfa de Jimin, mientras que el omega no confía en su salud y bienestar. Son situaciones diferentes pero duelen lo mismo—. Sabes que pase lo que pase mi mente está contigo, mi corazón late contigo y no hay forma de que te deje, aunque mis ojos se cierren indefinidamente otra vez, mi corazón se queda contigo, ángel.
—No hagas eso, no lo tomes como una posibilidad, no de nuevo —comenzó a llorar y Jungkook tenía el corazón partido en dos por verlo así por algo tan simple como una pesadilla, tiene que demostrarle a él y su lobo que está comprometido al cien por ciento, su mente, su alma y su cuerpo pertenecen a Park Jimin, ahí fue cuando se convenció de hacer aquello que ha estado planeando por meses, se lo debe a Jimin y su alfa interno.
—Ven aquí —lo encaminó de nuevo al sofá con cuidado—, espérame un momento aquí, ángel, no tardo, te lo juro —corrió hacia la planta alta, apresurándose a abrir el closet y estirándose para tomar algo, aquello que por tanto tiempo le ha ocultado a su bonito omega, luego de tomar aquello y sonreír al ver aquella cajilla aterciopelada se dirigió de nuevo a la planta baja para tomar asiento al lado del ojiazul y abrazarlo con fuerza, tirando de él hasta su regazo—. Ven —frotó su mejilla contra la del chico, esparciendo su aroma por todas partes, tratando de que sus llantos disminuyeran luego de un rato el castaño se escondió en su cuello con la respiración más calma.
—Me asusta perderte, Kook... Lamento ponerme de esta forma pero me asusta y me seguirá asustando por mucho tiempo.
—Lo sé yo también estoy aterrado pero quiero demostrarte que nunca me iré —Jimin salió de su escondite—, sé que tú sabes que yo nunca te dejaría conscientemente, pero aura, en el recuerdo me di cuenta de que hay alguien que si cree que voy a dejarte en algún momento y no me gusta porque yo no voy a dejarte jamás, de ninguna forma... Mi alma sigue cerca de ti porque siempre va a estar destinada a estarlo —besó la mejilla del omega y luego pasó su pulgar por ella para quitar la humedad de las lágrimas previas—. Yo... Esta no es la forma en que iba a preguntártelo, ni siquiera está cerca de ser memorable como yo quería que lo fuera pero... contigo siento que todo es especial así que no importa el lugar o el momento, siempre y cuando seas tú a quien le diga lo que voy a decir —Jimin enfocó sus ojos vidriosos en los verdes del mayor—. Te amo, más que a nadie en este plano existencial, desde el primer instante sentí esta corriente eléctrica por todo mi cuerpo, y lo mejor de todo es que a ti también te sucede lo mismo —apretó sus labios para admirar el rostro de Park y pensar en sus siguientes palabras—. Creo que nunca sabrás lo hermoso que eres ante mis ojos porque las palabras que yo pueda decir no te hacen justicia —sus manos comenzaron a temblar y Jimin las sostuvo colocándolas en sus mejillas.
—Kook, estás temblando, hay que ir al hospital y...
—Estoy bien, solo son nervios —rió—. Eres adorable, amo que lo seas y también amo la forma en que tus ojos cambian de azul a gris a veces para combinar con tu ropa, sé que amas Shrek porque la hemos visto doce veces, sé que te gusta porque esperabas tu propio cuento de hadas y amo cuando dices que yo soy tu cuento de hadas... amo que te rías de mí cuando hago algo torpe y luego me digas que está bien ser torpe a veces, amo que me esperaste todo este tiempo, pero sobre todo eso amo que tengas la capacidad de despertarme cuando hace falta y cuando no.
—Te amo... —Jimin susurró, acercándose a los labios contrarios y picoteándolos un par de veces para contener el llanto.
—Amo la forma en que me despiertas, cuando tus pestañas revolotean en mi mejilla al parpadear mientras me abrazas, amo que me abriste los ojos literal y metafóricamente y amo esa sensación que provocas en mí... esa sensación de que podría prescindir de un bronceado en mi mano izquierda, justo donde mi cuarto dedo se encuentra con el nudillo —en automático Jimin miró su propia mano izquierda y Jungkook aprovechó para mostrar la cajita aterciopelada de su bolsillo—. Te amo, Jim... te amo de todas las formas posibles y quiero pertenecerte de todas las formas posibles, quiero que mi lobo sepa que te amo a pesar de todo y contra todo, que te amo como omega y te amo como persona, quiero que nunca vuelva a dudar de algo tan simple como que voy a volver a ti porque eso siempre pasará, siempre voy a volver a tus brazos porque me es casi imposible respirar sin ti... quiero que lleves mi anillo y llevar el tuyo para que tú y yo sepamos que nuestro amor trasciende, que te amo porque la naturaleza me lo dictó y porque así lo decidí yo —abrió la caja y mostró el anillo; un aro simple de color dorado que en el centro tenía un bonito decorado floral—. Park Jimin, ¿me harías el honor de ser mi esposo?
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